Discurso Micaela Londoño (Alumna)

Buenas tardes directivos, profesores, familiares y amigos.

Mi nombre es Micaela Londoño, llegué a Qualia en Julio del 2017 porque nunca logré adaptarme a un colegio tradicional, o ellos no lograron adaptarse a mí.  

No le encontraba gracia a sentarme en un salón con 20 personas a oír un profesor explicar algo que al final no me importaba aprender. Y creo que, como yo, cada uno de nosotros llegó a Qualia por razones parecidas con una misma expectativa, salir de esto.

¡ERROR! Llegamos a lo que pronto se convertiría en nuestro lugar feliz. Un lugar donde todas las mañanas nos saludan con una sonrisa, donde nos conocen por nuestro nombre, por la forma cómo somos y no por un número y nuestras calificaciones. Llegamos a un lugar de apoyo, donde encontramos amor en cada una de las personas y un lugar donde nadie es discriminado. 

Seamos realistas, todos los que terminamos este ciclo en Qualia, entramos solo en función de graduarnos. 

Llegamos al colegio creyendo que lo mejor de Qualia era que nos graduaríamos antes de lo planeado. 

Llegamos para salir rápido y hoy no queremos dejarlo.

¿Quién quiere dejar un lugar en donde entre más diferente seas, más amigos tienes? 

Dónde no importa lo que tienes ni de donde vienes. Un lugar en el que tu pasado no te marca ni te condiciona, te enseñan a disfrutar el presente y a proyectarte para el futuro. Llegar a Qualia pasó de ser el miedo de todas nuestras familias a un orgullo enorme para ellas. 

Sé que hablo por la mayoría.

Es importante saber que ser diferente está bien. Que la diferencia forja carácter. El carácter es un conjunto de rasgos y circunstancias que marcan la manera de pensar y actuar de una persona, y por lo que se distingue de las demás. Ser diferentes nos da la oportunidad de ver el mundo de una forma nueva, y aceptar esto nos abre unas oportunidades que pocos logran tener. Pero así como ser diferente tiene muchas ventajas, tiene una reto muy grande,  que no encajamos en todos lados.              

Hoy entiendo que esto es una gran oportunidad.  Es muy difícil encontrar que te entiendan y mucho más difícil encontrar un grupo de personas que estén solo dispuestas a ello. 

Eso fue lo que encontramos en Qualia. Desde el instante en que entramos no trataron de encasillarnos, de  imponernos una forma de ser, menos  de vestir. Nos dieron unas reglas básicas de juego basadas en el respeto, y de la mano de ellas nos presentaron a un grupo de personas totalmente dispuestas a ayudarnos, a entendernos.

Hoy, son familia.

Hoy podemos decir que salimos cantantes gracias a los canon cangrejo de Flórez.

Aprendimos a amar a las mujeres por Laura. 

Tenemos un humor avanzado gracias a Nico. 

Sabemos cómo se vive una clase en Berkley por Maca.

Nos creemos expertos en el amor gracias a Lucía. 

Podemos vivir el arte a través del sentimiento por Koryna.

Sabemos que siempre hay algo más para conocer de cada persona por Henry 

Sabemos que siempre tendremos a alguien gracias a Ana. 

Sabemos que para todos los problemas hay una solución gracias a Laura Matallana

Vimos que el orden lleva al éxito gracias a Cata.

Que somos capaces de lo que nos propongamos por Angie.

Y la enorme importancia de la ecología gracias a Paty.

Hoy cerramos esta etapa con un profundo agradecimiento por un grupo de personas que día a día estuvieron ahí para nosotros. Que sin dudarlo podemos decir que conforman la parte más importante de Qualia. Antes de entrar me presentaron a Myri como el ángel de Qualia, hoy puedo decir que fue el mío. Tere, Sandra y Estelita son de las personas más entregadas y comprometidas que he conocido. Yarle en la tienda siempre con una sonrisa y con un comentario para sacarnos una a nosotros, y, por último, pero no menos importante, Elsa, que me llevó al colegio por unas semanas y puedo decir que fueron los mejores trancones de mi vida. 

Me  arriesgo entonces a continuar , pues siento que no hay palabras suficientes para describir a Sonia y a Carlos.  

Que cada uno de ustedes se lleva una historia propia y  de amor por ellos. 

Hay que tener vocación y  valentía enormes para decidir abrir un colegio, y aún más cuando se va en contra de lo tradicional. Siento un profundo respeto y admiración por estas dos personas, quienes han estado ahí para mi desde el momento en que me conocieron. Ambos confiaron en mí, sabiendo que, a pesar de mis notas, había alguien que podía salir adelante. Estoy acá gracias a ellos.  Gracias a su persistencia en cada uno de nosotros, hoy podemos decir que nos estamos graduando. 

Gracias Carlos y Sonia… de corazón les damos las gracias.

Gracias por darme un año y medio lleno de amor y aprendizaje. 

A ellos y a mis amigos los espero en México,  porque los quiero.

Después de la larga lista de colegios que entre todos podemos formar, podemos decir que el mejor recuerdo, nos lo llevamos de este.

Sean grandes y eternos.

Mariana Gaviria